The secret society + Francisco Nixon; Han vuelto y de que manera

Cuando los reyes magos me trajeron la entrada para ver a The secret society no me lo creí mucho. Después de que en 2011 sacaran «peores cosas pasan en el mar» apenas sin presentar el disco, se disolvieron y aunque había oído rumores  y había visto el cartel del Dabadaba, no me podía creer que la banda de Pepo Marquez fuera a aterrizar en Donosti. Pero era verdad.

Como buen eusnob que eres, conoces el festival de cine y documental Dock of the bay donde este año  se presentaba «Salir de casa» una peli que no fuimos a ver y que habla de Francisco Nixon (Australian Blonde, La Costa Brava). Al hilo de esto, Dock of the bay, montó un concierto con el artista implicado y un artista invitado, los ya mencionados que se han reunido y tienen intención de sacar nuevo disco.

Pero vamos al lio, llegamos al Dabadaba y nos alegramos de encontrar de nuevo el futbolin. Tiramos los abrigos por una esquina y nos pedimos unas semi-importadas para pasar el trago de Francisco Nixon. Un tío muy suave con una guitarra que bueno, pero con unas letras bastante vergonzantes en ocasiones.  Es todo muy complejo, no me posiciono.

Tras Nixon, los de Pepo Marquez ocuparon el escenario, prácticamente todo: dos guitarras, bajo, teclados, batería y presencia de esa que no necesita bailes ni movimientos vistosos.

Si bien la música de The secret society se podría describir como tranquila, no sabíamos muy bien que esperar del concierto, pero tranquilo tampoco es que fuera. Los temas, que grabados concentran su potencia en las letras, desbordaban en vivo, con una banda que pelea cada nota y suena bastante más rock que pop. Se podía gritar a pulmón la letra de «las pistas falsas conducen al desamor» y que nadie te oyera, o eso creo. De ahí que el guitarra rompiera dos cuerdas.

Su set se centró prácticamente en el ultimo disco, aunque también pudimos escuchar temas del «I Am Becoming What I Hate the Most» como «Lifetime Compromise» con la que abrieron o «Have You Ever Felt Ridiculously Sad? » en la que Pepo se atrevió en solitario. Con la que no se atrevieron fue con «We Don’t Have Idols, Yet» ya que a pesar de preguntar si había peticiones entre el publico al «sugerir» servidor, que tocaran esa, la respuesta fue una risotada, que tal vez algún día podremos explicarnos.

Lo que no nos explicaremos jamas, es que el Dabadaba estuviera tan vacío con semejante propuesta. En la primera visita de The secret society a Gipuzkoa y con un nuevo disco en el horizonte, la sala tendría que estar a reventar.

Esperemos que vuelvan y haya más oportunidades de reventar las salas.